4/5: Conservación de áreas marinas

Muchas organizaciones tienen como objetivo proteger y conservar el delicado entorno marino que rodea las islas Galápagos. Además de monitorizar las numerosas especies que viven en la reserva marina, es  fundamental trabajar junto con las personas que dependen del mar para sobrevivir y ganar dinero, tales como los pescadores.

La conservación en las áreas marinas de Galápagos

La industria pesquera tiene que ser lo más sostenible posible si tiene en cuenta el futuro de Galápagos. Para que la pesca sea sostenible, los pescadores tendrían que poder pescar lo suficiente para poder vivir de ello, pero no tanto para que la población de peces se viera afectada negativamente (la pesca abusiva recibe el nombre de sobrepesca.) Sin ninguna investigación científica, puede ser difícil que los pescadores sepan si están realizando sobrepesca en una zona.

Algunas especies como el tiburón martillo, cazado por sus aletas, y el pepino de mar de Galápagos, han sido víctimas de una grave sobrepesca y en la actualidad, se les considera vulnerables o en peligro. Ambas especies pueden ser vendidas por grandes sumas de dinero, por lo que cuentan con una gran demanda. Cuando se encuentran en las aguas protegidas de la Reserva Marina de Galápagos es muy difícil y caro el monitorizar y vigilar a estas especies porque la reserva cubre una amplia zona.

Banco de tiburones martillo © Parque Nacional de Galápagos

Banco de tiburones martillo © Parque Nacional de Galápagos

 

¿Qué está haciendo la reserva marina para parar la sobrepesca?

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) ha estado utilizando desde 2009, sistemas de vigilancia satélite para llevar un seguimiento de las rutas y actividades de las embarcaciones pesqueras y para controlar que no se realice una pesca en exceso en ninguna zona. Proporciona información GPS que ayuda a identificar a los pesqueros que se encuentran en aguas protegidas, como también promociona métodos de pesca distintos y más sostenibles, como la utilización de anzuelos en vez de redes, y anima a los pescadores a que valoren la calidad por encima de la cantidad de peces para intentar reducir la sobrepeca. Por ejemplo, se les ha pedido que consideren abastecer a los restaurantes locales con langostas enteras y vivas, las cuales se venden por un precio mucho mayor que si se venden solo grandes cantidades de sus colas.

Alrededor de Galápagos se han creado zonas marinas, cada una de ellas permite realizar distintos tipos de actividades; esto implica que puede realizarse tanto la conservación como la pesca comercial.

Estudio de caso: Día mundial de limpieza de playas

Cuando basuras y materiales sumergidos empiezan a amontonarse en las playas pueden ocasionar un efecto devastador en el entorno marino. Las bolsas de plástico flotando en el agua pueden confundir a animales como a las tortugas, que se asfixian al intentar comerlas. Algunos materiales se pudren y descomponen en el agua, pudiendo soltar sustancias químicas que contaminan las costas. Las raíces de los manglares pueden verse envueltas en basura  restringiendo su crecimiento.

Para intentar reducir el daño que pueden ocasionar las basuras, la Reserva Marina de Galápagos colaboró con la Fundación Galápagos para patrocinar un día de limpieza de playas, dentro de la Campaña internacional de limpieza de costas. Actualmente, se ha convertido en un evento anual y ha conseguido sacar hasta el momento más de 85 000 kg de basura de litorales, manglares y zonas submarinas. Pescadores de las islas Baltra y Santa Cruz han estado recibiendo incentivos por recoger con sus barcos residuos subacuáticos y basuras. Con estos eventos no solo se limpian las zonas en las que más hace falta, sino que también se sensibiliza a los turistas y a la comunidad local sobre no dejar tirada basura.

Playa © Vanessa Green

Playa © Vanessa Green

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