Una sociedad sostenible en términos económicos es aquella en la que el uso de manera justa y eficiente de los recursos implica que la gente tenga ganancias económicas. Esto se traduce en que la economía de un país, región o pueblo será capaz de sostenerse por sí misma y que las personas de esa sociedad no serán ni excesivamente pobres ni ricas.
¿Qué es la economía y por qué es importante?
Cada año, cientos de miles de turistas de todo el mundo visitan Galápagos. Durante su estancia gastan dinero en comida y en servicios (como el hotel en el que se alojan o el guía turístico). Muchas personas trabajan en las islas la industria turística. Los turistas traen dinero a las islas y lo que gastan es utilizado por la gente del archipiélago para comprar otros productos (como alimento) y servicios. A este intercambio de dinero por productos y servicios es lo que se conoce como economía.
Las islas Galápagos forman parte de la República de Ecuador, país situado en Sudamérica, vecino de Colombia y Perú. Mientras que la mayoría del dinero de Ecuador proviene de la venta de productos como del petróleo, el turismo que genera Galápagos equivale a más de la mitad de todo el dinero del archipiélago y casi la mitad de los ingresos de la la población que trabaja en el sector del turismo.
¿Qué es la sostenibilidad económica?
Hasta ahora, hemos estado hablando de sostenibilidad en cuanto a garantizar que las personas tengan una buena calidad de vida sin que esto afecte de manera negativa en el medio ambiente (pudiendo llegar a hacer que las futuras generaciones carezcan de una buena calidad de vida)- la sostenibilidad económica tiene también en cuenta a las generaciones futuras. Actualmente, gran parte de la industria de los países occidentales se basa en el consumo de productos. Las fábricas intentan a menudo producir el mayor número de productos que puedan al menor coste posible, sin tener en cuenta lo que les ocurra a los productos una vez que ya no sean útiles. La mayoría de los países aún emplea para la generación de electricidad la combustión del carbón, que libera al aire sustancias químicas venenosas. Una vez se acabe el carbón, no será posible generar electricidad de esa forma, por consiguiente, es insostenible. Una economía sostenible es aquella que se basa más en la reutilización de materiales que en la dependencia en el suministro de nuevos materiales (como la extracción de carbón del suelo o la utilización de petróleo para hacer plásticos.)
¿Qué es una economía circular?
Una economía circular es otra forma de pensar en cómo podríamos lograr una economía más sostenible. En una economía circular, los recursos reciclados regresan al proceso de fabricación y de esta manera se evita tener que dañar el medio ambiente (de donde proceden las materias primas), además de poder ser también una manera de ahorrar dinero a las empresas.
Estudio de caso: Alberto Granja – El reciclaje en las islas Galápagos
Después de haber trabajado como pescador durante veinticinco años, Alberto Granja empezó a encontrarse con que la contaminación marina estaba comenzando a afectar el tamaño y el número de peces que cogía. La mayor parte de la contaminación provenía del petróleo de los barcos que visitaban Galápagos. En aquel entonces, era frecuente encontrar petróleo en las aguas que rodean las islas, ya que no había forma de evitar su propagación o de detener las fugas al mar o sus vertidos.
Herbert Frei, el fundador de Pikaia Lodge, también se había dado cuenta del efecto negativo que la contaminación estaba causando en su negocio y en la vida silvestre. Juntos, los dos hombres pusieron en práctica un proyecto en el que el petróleo era recogido de la superficie del agua, quemado a temperaturas altas y luego utilizado para crear nuevos combustibles. Con el apoyo del Parque Nacional de Galápagos, del Fondo Mundial para la Naturaleza y de la Fundación Charles Darwin, Alberto empezó a recoger petróleo de la superficie del mar utilizando para ello una moto acuática y su casa familiar como sitio de almacenamiento.
El Proyecto tuvo mucho éxito y el Parque Nacional de Galápagos hizo que fuera obligatorio para todas las embarcaciones reciclar el petróleo con Alberto en vez de verterlo en el mar, lo que supuso que tuviese que procesar unos 16 000 litros de aceites usados al mes. Alberto tuvo que trasladar su empresa a un nuevo almacén y a empezar a trasladar el aceite a una fábrica de vidrio en Ecuador continental. Al cierre del año 2014, había recolectado más de dos millones de litros de aceite y ayudado a reducir la contaminación marina de la zona.
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