Los patrones climáticos globales están relacionados principalmente con la circulación del aire en la atmósfera, aunque también las corrientes oceánicas pueden influir en los patrones climáticos y en el clima. Por lo tanto, los cambios en las corrientes oceánicas, como ocurre durante el fenómeno del Niño, pueden acarrear consecuencias para las islas Galápagos y el resto del mundo.
El Niño
La corriente del Niño, lleva este nombre por el “niño Jesús”, también conocida como Oscilación del Sur (ENOS), es una corriente de agua templada que se desplaza hacia el sur, se produce en diciembre en el Pacífico, frente a las costas de Perú. La intensidad, así como la duración de esta corriente varía. No es un fenómeno poco común, pero es difícil predecir el trastorno que ocasionará en el sistema climático global. Las corrientes del Niño más intensas son conocidas por causar alteraciones en el clima a nivel mundial; cuando en zonas de Sudamérica podrían estar experimentando fuertes precipitaciones, en otras zonas de Australia podrían estar sufriendo sequías.
Cada siete años aproximadamente, la corriente de Humboldt se ve interrumpida por la del Niño y las aguas cálidas que normalmente se dirigen hacia el oeste, cambian de rumbo y se mueven hacia las costas de Sudamérica y las islas Galápagos.
En los años en los que no se da este fenómeno, la corriente fría de Humboldt se desplaza hacia el norte por la costa occidental de Sudamérica y luego hacia el oeste. Cuando la corriente se desplaza hacia el oeste se ve calentada por un sol tropical que hace que Indonesia se envuelva en un aire cálido y húmedo, que a su vez hace que se formen nubes cumulonimbus que provocan fuertes precipitaciones.
Más alto, en la atmósfera superior, el aire se desplaza hacia el este y luego cae en la zona más fría de alta presión ubicada sobre en la costa oeste de Sudamérica. Las sequías que provocan esta corriente de aire fueron decisivas para que se crease el desierto de Atacama en Perú.
Durante los años del Niño, se invierten los sistemas de presión y los patrones climáticos; aguas más calientes aparecen en el Pacífico oriental, con temperaturas de hasta 8ºC y se forman en la zona sistemas de baja presión que arrastran vientos del occidente por el Pacífico.
Un aire cálido y húmedo se eleva creando fuertes precipitaciones sobre Sudamérica y la zona del Pacífico oriental, por Perú. Las corrientes de aire se mueven en la atmósfera superior hacia el oeste. La costa californiana también se ve afectada por esta corriente, que trae lluvias torrenciales y que a menudo causa inundaciones y desprendimientos de tierras. En el norte de Australia e Indonesia, el aire que desciende crea condiciones más secas de lo habitual, pudiendo llegar a causar sequías.
Efectos en las islas Galápagos
En el año 1997, hubo un fenómeno del Niño de gran magnitud que causó un aumento de las precipitaciones y de las temperaturas durante el invierno de 1997/1998. Aunque esto benefició a parte de la vegetación de las islas Galápagos, muchos animales salieron perjudicados, en especial las especies marinas o las que necesitan el mar para conseguir su alimento.
La aparición de aguas cálidas alteró la cadena alimenticia ya que redujo la cantidad de nutrientes disponible. La población de la iguana marina se redujo considerablemente, sobre todo se vio afectada por la falta del alga verde, su fuente de alimento.
Las consecuencias de este fenómeno se vieron también reflejadas en la desaparición de aves marinas, focas y peces de zonas en donde normalmente se proveían de alimentos, e inclusive en especies como los albatros, pingüinos y los cormoranes, porque no podían respirar con normalidad.
La Niña
La situación “normal” se intensifica en ciertas ocasiones, lo que se conoce como La Niña. Durante el fenómeno de La Niña, la baja presión sobre el Pacífico occidental disminuye aún más y aumenta la alta presión en el Pacífico oriental. A raíz de esto, las precipitaciones aumentan en el sudeste asiático mientras que en Sudamérica se experimentan sequías. Los vientos alisios se hacen más fuertes como resultado del aumento de la presión entre las dos zonas.
La Niña puede darse justo antes o después del fenómeno del Niño. Durante La Niña, las corrientes se invierten y se desplazan hacia Australia por el Pacífico, llevando aire húmedo a Australia y al Pacífico occidental. En California, aparecen vientos cálidos y secos provenientes de los desiertos americanos que traen con ellos sequías y riesgos de incendios forestales.
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