Las fuentes hidrotermales solo se pueden dar en lugares volcánicamente activos. Las grietas que se forman en el fondo del mar permiten que el agua fluya a través de la corteza oceánica, en donde esta es calentada por las cámaras de magma que se encuentren próximas. El agua puede alcanzar temperaturas de hasta 400°C, en ella se van disolviendo metales y sales al tiempo que se desplaza a través de las rocas. Más tarde regresará de vuelta al océano a través de fuentes hidrotermales.

Vida en un ambiente hostil

Actualmente, los científicos han descubierto cientos de fuentes hidrotermales en todo el mundo, aunque sin embargo, fueron descubiertas hace tan solo en 1977, por un equipo que estaba trabajando en las costas de Galápagos. El descubrimiento fue toda una revolución para el pensamiento científico sobre cómo y dónde podía existir vida. La exploración de las fuentes hidrotermales de la Falla de Galápagos ha conducido a que se puedan estudiar criaturas nuevas y fascinantes. Los científicos están estudiando a día de hoy las fuentes hidrotermales, intentando contestar a las numerosas preguntas sin respuesta sobre estos ecosistemas únicos.

Estas fuentes están rodeadas de un entorno muy hostil ya que por lo general, es carente de luz. La presión es muy alta porque se encuentran a grandes profundidades por debajo de la superficie del océano y las columnas emanadas por los orificios pueden contener una gran cantidad de productos tóxicos, entre los que se incluye el sulfuro de hidrógeno, venenoso para muchos animales. Aún así, los respiraderos logran albergar a una gran cantidad de criaturas distintas que prosperan en este entorno, como los gusanos de tubo y los cangrejos, Se ha descubierto un nuevo tipo de bacteria que utiliza los gases tóxicos como fuente de energía, esta sirve a su vez de fuente de alimento para los cangrejos, almejas y gusanos de tubo.

Fotografía de una comunidad del cangrejo de la familia galatheoidea, tomada por el oceanógrafo Robert Hessler del Instituto de Oceanografía Scripps en una expedición en 1979 a la Falla de Galápagos.