Charles Darwin fue un pasajero del HMS Beagle desde 1832 a 1836, este barco tenía misión explorar la costa Sudamericana.
Un viaje lleno de descubrimientos
El capitán Robert FitzRoy se dio cuenta de la importancia de contar con un geólogo a bordo del HMS Beagle en la segunda exploración de la costa Sudamericana. Finalmente, se propuso que Charles Darwin le acompañase en este viaje. El Beagle llegó a las islas Galápagos el 15 de septiembre de 1835, casi cuatro años después de que partiese de Plymouth, Inglaterra.
La visita a Galápagos constituiría para Darwin el punto de partida para el desarrollo de sus teorías de la evolución y para garantizarle una fama perdurable. Como pasó con muchos otros que visitaron las islas antes que él, este las definió como desalentadoras y feas. Darwin tenía 34 días para recolectar distintas especies y tomar nota de las observaciones que hiciese de las islas.
Aunque se le contrató para que trabajase como geólogo, Darwin fue también durante el viaje un coleccionador ávido de fósiles, animales y plantas, y de todo lo que observaba tomaba extensos apuntes. Describió la historia natural de Galápagos como “muy extraordinaria: parece que existiese un pequeño mundo dentro del archipiélago; no es posible encontrar en ningún otro sitio el enorme número de especies, tanto vegetales como animales, que existen en las islas”.
Darwin estuvo viajando por las Islas Galápagos durante cinco semanas, durante este tiempo visitó:
- San Cristóbal: del 17 al 22 de septiembre
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Floreana: del 24 al 27 de septiembre
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Isabela: del 29 de septiembre al 2 de octubre
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Santiago: del 8 al 17 de octubre
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